En esta época del año, con el invierno acechando, todo se vuelve más gris. Por ello, es un buen momento para llenar de color algunos de los elementos de nuestra terraza o jardín.
La barandilla o algún mueble metálico pueden ser el objetivo de tu brocha y con la pintura para hierro puedes mejorar el aspecto de cualquier pieza fabricada con este material.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que los materiales a emplear dependerán del estado en el que se encuentre la superficie que queremos pintar ¿Estás preparado? Pues no te pierdas nuestros consejos para conseguir los mejores resultados posibles.
Desde UNI-HER queremos contarte todo lo que necesitas saber sobre este tipo de pintura para que tus expectativas se vean cumplidas.
Cuando te dispones a pintar una pieza metálica puedes encontrarte con alguno de los siguientes supuestos: que esté sin pintar, pintada y en perfecto estado u oxidada.
- En el primer caso, habrá que lijar la superficie y después limpiarla bien con un trapo para eliminar la suciedad y los restos que hayan podido quedar. Cuando la pieza esté lista podremos aplicar la pintura especial para metales con una brocha, uniformemente.
- Cuando la pieza está pintada y en buen estado y, simplemente, queremos cambiar de color será suficiente con pintar encima. Sin embargo, conviene limpiar bien la superficie para eliminar cualquier resto que la haya podido impregnar, de este modo conseguiremos los mejores resultados.
- El procedimiento más complejo lo encontramos cuando la pieza metálica se encuentra oxidada. Ya que, en primer lugar, deberemos restaurar el estado de la pieza, con una lija especial, con algún decapante o un cepillo de púas. Además, habrá que eliminar todos los restos sobrantes y limpiar la superficie con disolvente, dejándole que se seque. De manera adicional podemos aplicar alguna solución antioxidante para evitar este problema en el futuro y sobre la pieza tratada podemos comenzar a pintar.
La pintura para hierro te permitirá conseguir piezas que luzcan como nuevas. Podrás aplicarla con brocha o con rodillo, en función del tamaño de la superficie con la que vayas a trabajar.
Si eliges la brocha, te recomendamos que esté fabricada con púas 100% sintéticas. Pero si te vas a decantar por el rodillo, el material más adecuado serán las microfibras.
