Acercarse al mar siempre resulta una experiencia relajante. La brisa, el murmullo del agua, etc. El mejor marco posible para poner en orden nuestras ideas, para pasear, liberarse y dejar de lado el estrés al que nos vemos sometidos día tras día.
Seguramente, cuando te imaginas paseando por el puerto viene a tu memoria ese olor tan característico a salitre.
Si alguna vez te has fijado en los barcos aparcados en el muelle, suelen tener los bajos bastante deteriorados como consecuencia, precisamente, de la sal marina.
Como tienda especializada en pinturas para coches te contamos que nuestros vehículos también pagan las consecuencias de esa presencia de sal en el agua del mar. Es cierto que no los sumergimos en el agua, pero la brisa porta partículas de sal, las mismas que olemos cuando nos acercamos a la orilla y que deterioran las carrocerías.
No es ningún secreto que la sal es un agente corrosivo, con una elevada capacidad para oxidar los metales.
La presencia de sal en el ambiente en zonas costeras puede dañar la chapa de tu vehículo.
En invierno, por ejemplo, es habitual echar sal a las carreteras para que el asfalto sea menos deslizante ante la presencia de hielo. Esas partículas de sal se pegan a los bajos del coche y también pueden causar estragos. Por ello, es recomendable aclarar el coche tras transitar por estas vías.
En el caso de residir en una zona costera es importante evitar dejar el coche estacionado al aire libre durante mucho tiempo.
Es cierto que los vehículos nuevos vienen tratados para que este tipo de problema no se produzca, mediante el proceso de galvanizado.
Desde UNI-HER queremos presentarte otra alternativa eficaz para hacer frente a los daños que la sal puede ocasionar sobre tu carrocería: las pinturas antióxido.
Como ya hemos visto, el mayor riesgo de la sal para nuestro coche es que oxide la carrocería. Sin embargo, no es el único problema. La sal que se vierte sobre la carretera en invierno, cuando bajan las temperaturas, impregna la parte inferior del coche pudiendo causar daños mecánicos en algunas piezas concretas como los frenos o el tubo de escape.
Si vives en una zona marítima o con inviernos especialmente duros y te planteas pintar tu coche, la pintura antióxido es la mejor opción para paliar las consecuencias que la sal puede desatar sobre tu vehículo.